Un Análisis Comparativo entre la IA y la Norma como Fuente del Derecho
En el ámbito del derecho, las fuentes tradicionales han sido normas y principios jurídicos establecidos por legisladores y aplicados por jueces. Sin embargo, con el avance de la tecnología, la Inteligencia Artificial (IA) está emergiendo como una herramienta poderosa que promete transformar la práctica jurídica.
Este artículo se propone realizar un análisis comparativo entre la IA y la norma como fuentes del derecho, explorando sus similitudes, diferencias y el potencial impacto en la resolución de conflictos.
Predicción y Confianza: Dos Pilares Comunes
Tanto la norma jurídica como la IA comparten la característica de ser predictivas. Las normas establecen, describen conductas las cuales «predicen» una consecuencia. Es posible predecir la solución a un conflicto de intereses entre personas, con solo leer la norma; mientras que la IA utiliza algoritmos para prever resultados basados en datos históricos y patrones identificables. En este punto, podriamos decir que la IA, es una norma mucho mas sofisticada y que podria reemplazar a un sinúmero de normas convencionales.
Si quiero saber como se resuelve un conflicto sobre la obligatoriedad de una deuda en relación al paso del tiempo, simplemente recurro a la norma que habla sobre la prescripción de ese tipo de obligaciones y allí tendré la respuesta. La IA, no hace algo diferente; pero puede hacer algo mejor, no solo me dirá la predicción abstracta (previsión legal) sino que también puede hacer una predicción referida al caso concreto.
Recordemos que el sistema normativo heredado del sistema romano y frances no es el único, también existe el sistema anglo Common Law; ergo la IA seria todo un sistema alternativo que toma lo mejor de cada sistema.
Otra similitud, es que ambas dependen en gran medida de la confianza de la sociedad: la norma, porque su cumplimiento se da por entendido y la desviación es la excepción; la IA, porque su efectividad y adopción dependen de la precisión de sus predicciones y la confianza que inspira en los usuarios.
La confianza es fundamental para ambas. Las normas jurídicas gozan de una aceptación general que se traduce en un alto nivel de cumplimiento voluntario. De manera similar, la IA necesita demostrar resultados consistentes para ganar y mantener la confianza de sus usuarios. Aunque ninguna es infalible, el cumplimiento y la eficacia percibida de ambas dependen en gran medida de la confianza que la mayoría de las personas depositan en ellas.
Imaginemos el derecho antes del nacimiento de las normas (tal como la conocemos actualmente), las personas cuando tenian conflictos entre si, y ya superaron la etapa de pretender solucionarlos por si mismos por la ley del mas fuerte, recurrian al jefe de la tribu, o juez o sabio le planteaban la situación y él juez o lider simplemente analizaba los hechos, las pruebas y emitia un fallo; ¿No es acaso lo que puede hacer actualmente la IA por nosotros?; obviamente que sus resoluciones no serian vinculantes (hasta tanto una ley les diera ese caracter) pero podria ser una formidable alternativa de resolucion de conflictos.
Imaginemos las causas contravencionales o patrimoniales de menor valor, en que simplemente le dijeramos a la IA, los hechos y las pruebas, ésta nos daria una resolución con criterios que no son infalibles pero que no serian menos infalibles que un fallo de una persona real.
Actualmente procesos contravencionales menores como ciertas infracciones de tránsito que se resuelven mediante una aplicación. Vg.: un inspector detecta un estacionamiento prohibido, labra una acta, esa acta la app transforma en la aplicación de una multa, la cual me aparece en mi dispositivo automáticamente, la cual pago desde el teléfono. Constatación del hecho, notificación (derecho de defensa), resolución (imposición de una multa) y pago de la misma, todo un proceso judicial, a la mano y casi al mismo instante. (Y este ejemplo no utiliza IA) Imaginemos si lo utilizara.
Imaginemos como podria achicarse la enorme estructura judicial que hoy tenemos que sostener los ciudadanos para garantizar el servicio de justicia. ¿Por que no dejar la intervención humana a las segundas o terceras instancias, y dejar la primera instancia y la IA?
Infalibilidad y Limitaciones
La infalibilidad es una utopía tanto en el derecho como en la IA. Las normas jurídicas, aunque creadas por expertos y sometidas a procesos legislativos rigurosos, no siempre son perfectas y pueden ser objeto de interpretación diversa o resultar inadecuadas ante situaciones imprevistas. De igual forma, la IA, a pesar de su capacidad de procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos, puede cometer errores y generar resultados incorrectos debido a limitaciones en los datos de entrenamiento, sesgos inherentes o fallos en los algoritmos.
A pesar de estas limitaciones, la aplicación de la IA en la resolución de conflictos jurídicos puede ofrecer beneficios significativos, especialmente en el derecho dispositivo. A diferencia del derecho de orden público, que regula aspectos fundamentales e irrenunciables de la vida social y económica, el derecho dispositivo permite a las partes mayor libertad para gestionar sus propios intereses y resolver disputas mediante acuerdos privados.
Beneficios de la IA en el Derecho Dispositivo
La aplicación de la IA en el derecho dispositivo puede ser particularmente beneficiosa por varias razones:
- Eficiencia y rapidez: La IA puede analizar grandes volúmenes de datos legales y jurisprudencia en fracciones de segundo, proporcionando soluciones rápidas y eficientes a disputas legales.
- Consistencia y objetividad: Los algoritmos pueden reducir la variabilidad en las decisiones judiciales, ofreciendo resoluciones más consistentes y menos susceptibles a sesgos personales.
- Acceso a la justicia: Las soluciones basadas en IA pueden ser más accesibles y económicas, permitiendo a más personas resolver sus disputas sin incurrir en altos costos legales.
Conclusión
En conclusión, tanto la norma jurídica como la IA desempeñan roles predictivos y dependen de la confianza para su eficacia. Aunque ninguna es infalible, la implementación de la IA en la resolución de conflictos jurídicos, especialmente en el ámbito del derecho dispositivo, ofrece una oportunidad para mejorar la eficiencia y accesibilidad del sistema judicial. Al basarse en la confianza generada por sus resultados, la IA puede convertirse en una herramienta complementaria valiosa en el derecho, potenciando la capacidad de los profesionales del sector para ofrecer soluciones rápidas y justas.
La integración de la IA en el derecho no implica la sustitución de las normas tradicionales, sino una evolución hacia un sistema híbrido donde tecnología y legislación se complementan mutuamente. La clave del éxito radicará en mantener un equilibrio entre innovación tecnológica y principios jurídicos, asegurando que la justicia se administre de manera eficiente, equitativa y confiable para todos.