Proyecto de ley
En los últimos años, las escuelas han enfrentado desafíos cada vez más complejos. Las problemáticas socioemocionales como la ansiedad, el bullying, la exclusión social, y las adicciones están afectando a niños y adolescentes, impactando directamente en su rendimiento académico y en su desarrollo integral. Ante esta realidad, en la provincia de Misiones he ideado un proyecto de ley innovador que busca implementar una figura esencial en los establecimientos educativos: el orientador social educativo.
¿Qué propone este proyecto de ley?
El objetivo principal es incluir a un orientador social educativo en todas las escuelas primarias y secundarias de la provincia. Este profesional estará encargado de prevenir y abordar problemáticas emocionales, sociales y conductuales que puedan surgir en el ámbito escolar.
Funciones del orientador social educativo
Este profesional desempeñará múltiples roles dentro de las instituciones educativas:
- Evaluación socioemocional: Identificar problemas en estudiantes a través de observación y entrevistas.
- Prevención y talleres: Brindar herramientas sobre salud mental, manejo de emociones e inclusión.
- Mediación y contención: Actuar en casos de bullying, violencia o discriminación.
- Apoyo a docentes y familias: Ayudar en la gestión de conflictos y en la búsqueda de soluciones conjuntas.
Formación requerida
Podrán ocupar este rol psicólogos sociales o psicólogos clínicos con formación específica en intervención social y comunitaria, garantizando que estén capacitados para abordar dinámicas grupales y situaciones de crisis.
¿Por qué es importante para Misiones?
Nuestra provincia enfrenta desafíos particulares, como su diversidad cultural, la dispersión geográfica y las desigualdades económicas. Muchas escuelas, especialmente en zonas rurales, carecen de recursos para atender las necesidades emocionales de los estudiantes. La incorporación de estos profesionales ayudará a:
- Reducir el abandono escolar, atendiendo problemáticas emocionales no resueltas.
- Prevenir la violencia escolar y juvenil, interviniendo tempranamente en situaciones de riesgo.
- Fortalecer los vínculos en la comunidad educativa, promoviendo entornos inclusivos y saludables.
Un enfoque preventivo y transformador
Inspirado en los aportes del psicólogo social Enrique Pichon-Rivière, este proyecto entiende que las dificultades individuales están íntimamente ligadas al contexto social. Desde esta perspectiva, los orientadores sociales educativos no solo actuarán frente a problemas, sino que trabajarán para prevenirlos, generando oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Conclusión
Este proyecto de ley representa un paso importante para garantizar un sistema educativo más equitativo e inclusivo. La presencia del orientador social educativo no solo mejorará el bienestar de los estudiantes, sino que también fortalecerá a las familias, docentes y comunidades. Apostar por esta iniciativa es apostar por el futuro de nuestra sociedad.
¿Qué opinas sobre este proyecto? ¿Crees que puede marcar una diferencia en las escuelas de Misiones? ¡Déjanos tu comentario!